Decía Jiddu Krishnamurti que llegar a una conclusión lleva consigo el dejar de pensar en aquello que investigamos, pero además de este inconveniente tenemos, creo yo, otro.
Nosotros no pensamos ni sentimos con las palabras, si así fuera no tendríamos que buscarlas para expresar lo que sentimos o pensamos, pero cuando hacemos esto, colocar en el molde de las palabras lo que tenemos en la mente para poder transmitirlo, nos encontramos con el límite de las propias palabras.
Como bien decía nuestro sabio una conclusión hace que dejemos la linea de pensamiento que nos ha llevado hasta ella, pero en mi humilde opinión, las palabras son otra conclusión, productos terminados del pensamiento, conclusiones cuya definición las encorseta en un significado casi único, aunque con diferentes acepciones, y final.
Por esto sería tan importante seguir pensando sobre las palabras, encontrar las carencias que tiene nuestro vocabulario, inventar nuevos vocablos para nuevos conceptos, en vez de usar combinaciones de palabras para intentar hablar con precisión, de asuntos que requieren nuevas formas de expresión.
Pondré un ejemplo, está claro que la mente está en el cerebro (otra cosa diferente, para quien crea en ella, es el alma) pero la mente está en un órgano físico que e el cerebro, el llamado sistema nervioso central, que se extiende por todo el cuerpo através del sistema nervioso periférico. Se puede decir que todo lo que sentimos, tanto física como mentalmente está en el sistema nervioso, que puede enfermar deprimiéndose, como el riñón puede hacerlo provocando una insuficiencia renal.
A pesar de todo esto se sigue hablando de dolores o afecciones psico-somáticas, como si cuerpo y mente fuesen dos cosas separadas que a veces pudieran interactuar juntas o influirse mutuamente. Usando estas dos palabras no solo estamos aludiendo a una premisa que se sabe equivocada, pues el cuerpo y la mente no son dos entes diferentes como se creía, sino que además seguimos pensando al ser humano como no es y perpetumos esa conclusión a la que llegaron los científicos hace décadas, cuando se empezaron a dar cuenta de que cuerpo y mente podrían tener algo que ver, y que denominaron para concluir y definir este problma como relaciones o enfermedades "psico-somáticas",
Hoy día gracias a la ciencia y a la técnología, podemos ver incluso como el cerebro piensa y siente, tenemos claro que cuerpo y mente son una sola cosa, a la que sin embargo seguimos nombrando con dos palabras, que ya no nos sirven para reflejar la nueva conclusión, que no puede avanzar en el pensamiento porque no tenemos una palabra que describa este avance.
Necesitamos seguir pensando en lo que nuestros antepasados comenzaron a pensar, sin dar por finalizados sus pensamientos, y también dotarnos de nuevas palabras, que fijando las nuevas certezas, nos ayuden a comunicar los nuevos logros para seguir pensándolos e impulsándolos.