En el parque la gente riñe a sus perros a gritos sin tener en cuenta que a nadie le gusta que le dejen en mal lugar en público.
Los paseantes de los perros se conocen ya entre ellos y conversan delante de ti como si no estuvieras o como si no existieras. Parece como si al entrar en este terreno pasases a ser un ente de otra categoría, como un poste o un banco.
Camuflajes no deseados, y yo me pregunto ¿Qué es lo que podríamos aprender de esto? ¿Confiere al camuflado alguna ventaja? Y ya que nos hemos dado cuenta de esta situación y tal como está el patio ¿Podríamos sacar alguna perra de ello?.
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