La mente está en alerta constante, y ante cualquier inquietud externa se adelanta y piensa y recorre todas sus posibles consecuencias, la buena, porque sólo suele haber una buena y todas las demás, recreándolas, combinando sus nefastas consecuencias, viviéndolas una y otra vez en el pensamiento, ponderando la posible solución a cada una de ellas, lo que hace que en esa escapada hacia delante, surjan nuevas y funestas posibilidades, en un tránsito que gira y gira sobre sí mismo sin fin, y que así desgasta la mente y refuerza esta dinámica, haciendo más profundos los surcos de esta en el cerebro una y otra vez, intentando contener un ataque de ansiedad que sin duda, por tener este camino tan horadado, volverá a repetirse y a añadir angustia y fatiga al ser humano que la sufre.
¿Y fuera? ¿Qué pasa fuera? fuera, para su asombro, todo está como siempre, tranquilo, quieto.
Fuente Wikipedia, Título :A. Morison «Fisiognomía de las enfermedades mentales »
De la colección: https://wellcomecollection.org/works/r9wkvvph
autor: https://wellcomeimages.org/indexplus/obf_images/7d/14/2e634c8d887f137de4a0404d719f.jpg
Archivo bajo licencia Creative Commons Atribución 4.0 Internacional .