Se desata la tormenta de verano, violenta, viva, La gente corre a refugiarse en los portales, en las marquesinas de los autobuses y al poco tiempo comienza a pasar un reguero de gente totalmente empapada a la que ya no le importa mojarse un rato más.
Inevitablemente los bebés lloran asustados, los rayos y los truenos, la agitación y el ruido que les rodea son constantes.
Así, en su corta vida se les presenta el poder, la grandeza y el misterio de la naturaleza, del universo.
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