Te dije tantas cosas
Que aquel momento era nuestro
Que no corrieras tanto, que ya llegaríamos.
Tú no me oías.
Hoy en un amanecer de invierno frío y sin gato hay cien kilómetros de distancia.
Me levanto aún en el vaho y mientras tú sigues en la cama, yo, aquí fuera, tan solo como siempre pienso que he perdido mi camino, que ya nada importa.
Te dije tantas cosas.
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