El dueño del bar esconde sus complejos tras la cultura, hay buena música, incluso ópera, pero algo falla.
Mientras hace el café se le cae al suelo un poco y en vez de recogerlo él mismo dice:
- María lo siento, se me ha caído un poco de café.
Y sale de la cocina una mujer con una escoba y un recogedor y le hace el trabajo sucio.
Este gesto cambia totalmente la percepción agradable que tenía del bar y confirma mi intuición primera, algo falla y además no es algo que se pueda pasar por alto, así que acabo el café, recojo mis cosas y salgo del establecimiento, por última vez.
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