jueves, 19 de marzo de 2015

Dylan

                                           


    Poco a poco nos vamos haciendo mayores y nos vamos dando cuenta de que las estrellas que vemos en el cielo no son estrellas, son galaxias.

   De que según el propio Dios, si es que existe, solo somos un simulacro o lo que es lo mismo una" Copia  hecha a imagen o semejanza de alguien o algo especialmente sagrado".

    De que nunca se sabe que es lo que es  hasta que es lo que era.

    De que nunca cogimos el tren bueno o el tren malo, simplemente viajamos en el que nos tocó en suerte.

    De que en muchas ocasiones lo que nos salvo de todo esto fue otro ser humano a través del arte.

     Cuando esto me ocurre pienso en Dylan sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared de una habitación vacía tirando cartas a su sombrero. Entonces me siento acompañado, me dirijo a él y le digo:

    Muchas gracias por tu consuelo, por acompañarme y por todo el sufrimiento que me has entregado transformado en tus canciones compañero.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La ducha

         

La ducha de después, de después del trabajo.  Limpio el cuerpo y la mente. No oler a comida, a sudor a trabajo. Notar como los problemas se van diluyendo en agua caliente y son arrastrados por el desagüe.
           Fijo mi atención en la respiración. Medito en la ducha como sin duda se medita en el seno materno donde todo es atención plena. Allí no hay memoria que forme el pasado y por tanto el joven cerebro no puede todavía planificar el futuro ni proyectarse en él. Ni siquiera tiene ego.

           Así únicamente  antes de nacer existe el presente y esa etapa dura solo nueve meses.

        En la ducha, ese estado dura  unos pocos minutos y allí me conecto con mi ser primero y renazco a diario para poder reencontrarme libre  de nuevo con el mundo.

lunes, 16 de marzo de 2015

Cajas

               

  Estoy rodeado de cajas que contienen partes del pasado. Me empeño en conservarlas como si algún día fuéramos a abrirlas como si no hubiera pasado nada, y si,  ha pasado.
   
            Todos esos libros, discos, papeles y recuerdos, deberían estar en las estanterías de nuestra casa que con tanta ilusión preparamos para ellos. Hoy que vivimos en una habitación prestada ocupan, amontonados  por los rincones, un espacio que pertenece a las personas y que en este caso ni siquiera nos pertenece a nosotros mismos.
     

          Las cosas   sufren mucho encajadas puesto que se las somete a una incertidumbre y a una angustia para las que no fueron creadas y en sus contenedores inevitablemente envejecen al padecer las emociones humanas que allí las llevaron .
    Cuando un día salen de allí  aunque haya pasado poco tiempo ya son viejas porque durante su cautiverio presienten en la oscuridad un futuro incierto y demoledor, de hecho las que ya entraron siendo mayores comienzan a pensar enseguida en su propia la muerte.

        No es fácil darse cuenta de que las cosas que hay dentro de las cajas en realidad ya acabaron su existencia:
     Tuvieron una vida corta, una muerte prematura.

    Las cajas que ya están llenas contienen algo ya determinado, finito y por tanto son emocionalmente más manejables.
    Sin embargo las vacías, las que todavía esperan a ser llenadas, son las que  más peso tienen y más espacio ocupan en mi interior  porque contienen todo el peso de la pre-ocupación y de todo lo que todavía no existe: del futuro

   

     


sábado, 14 de marzo de 2015

Evasión

             


               Vuelvo a evadirme dentro de mi propia mente. Hace mucho que no lo hacía, algo viejo me debe estar pasando de nuevo.

              Recuerdo muy bien a aquél chico que se pasaba las clases persiguiendo sueños y pájaros con la mirada perdida entre las ramas de los árboles al otro lado de la ventana.
           
              Las evasiones mentales van cambiando con la edad. Ser niño fue duro pero mientras lo fui conservé intactos todos mis sueños. De adolescente mi  paraíso artificial era imaginarme estando con alguna chica. En realidad con cualquiera que me prestara un poco de atención.

              Hoy ya no puedo soñar con ellas. Ya no se soñar con cosas imposibles .

              Hoy ya de mayor no podría decir cuales son  mis sueños. Seguramente es porque como decía un viejo amigo mío "  lo que yo quiero  no es de este mundo".

martes, 10 de marzo de 2015

La superficie

                     

            Existen multitud de superficies, tantas que apenas se ve otra cosa. No te quedes nunca en la superficie.

            En la superficie están el polvo y el humo, la mayoría de las frases y  las borracheras (la resaca va por dentro).

            Sin embargo bajo la superficie están las canciones  y por debajo  las cuerdas vocales, el aire, el sonido, la voz, el cráneo vibrando.

          Por debajo de la ropa están los cuerpos, la piel, el orgasmo, los nervios la emoción, la vida y la muerte.

          Por debajo del amor el deseo de ser querido siempre y de no ser abandonado nunca de nuevo

          Bajo el café está la taza,la mesa, la tierra, bajo el dolor la pierna... el esfuerzo, bajo la noche está el día si le das la vuelta al planeta.

          Bajo la superficie está en definitiva todo lo que me importa  por eso nunca, nunca te quedes sin mi allí arriba en la superficie.

domingo, 8 de marzo de 2015

Las palabras que se dicen en sueños (o como los gatos dominan el mundo)

           

            Las palabras que se dicen en sueños si uno duerme solo es como si nunca se hubieran dicho, pero si a vuestro lado hay un ser durmiente, aunque sea un gato, esas palabras se cuelan entre sus sueños y cambian para siempre su inconsciente y por tanto su mundo entero.

            Esto nos lleva a pensar que si es el gato el que sueña y el que ronrronea  mientras duerme a tu lado, son sus sonidos los que se cuelan en tu interior, así que, esta es la forma en que los gatos domésticos  han conseguido dominar el mundo, hablando en sueños mientras duermen con nosotros.
           

       

viernes, 6 de marzo de 2015

Tener mundo

         

           
            Todavía hay quien piensa que viajar atolondrado por el mundo exterior viendo los mismos bares, los mismos hoteles, los mismos edificios de otros lugares es " tener mundo" pero por muy deslumbrante  que  sea todo esto  el viajar  es  solo haber ido por encima del mundo, quedarse en la superficie,  pero no es "tener mundo".

              Tener mundo es ser capaz de conocer a las personas  pues no hay nada que sea más complejo que otro ser humano y para poder hacer esto no hay trucos ni atajos, solo hay una condición que desbarata  todas las trampas y que muy pocas personas están dispuestas a aceptar:

              Hay  que estar dispuesto a sufrir con los demás

             El mundo ya lo tenemos dentro pero para poder verlo es necesario que alguien nos haga de espejo.