sábado, 30 de abril de 2016

Barco

 Tras la última huida sólo quedo yo en el barco. Un barco que engulle agua y que en vez de hundirse, como debiera, se mantiene a flote y se queda atrapado en un mar  calmo.

  El agua de mar se transforma en un espejo y ya no es posible ver nada debajo del agua, sólo me queda mi propia imagen reflejada y así mirándola, el Sol me quema.

Cuenta

       

         Una cuenta es un abalorio.
         
         Un cálculo, una piedra que sirve para contar.

         A eso han reducido nuestro mundo a abalorios, a cálculos, a piedras.

viernes, 29 de abril de 2016

Silencio

  Cuanto daño puede hacer más el silencio que una contestación dura o incluso injusta. Es mejor una burla.

   El silencio es esa forma a veces innoble y torpe de hacer daño.

   Al no contestar se demuestra que no se escucha porque lo dicho no importa, ni merece atención.

   Mucho más daño hace esto a los niños. Cuando estos niños crezcan y lo comprendan será tarde y no habrá a quién pedir explicaciones. No se pueden pedir explicaciones cuando el daño se hizo en el pasado.

   Las acciones prescriben pero no sus consecuencias y tampoco las consecuencias del silencio.

 

jueves, 28 de abril de 2016

Mientras sueño

 Mientras sueño que soy un gato que merodea de noche, vigilando su territorio, o una ballena azul que migra solitaria  al sur, buscando aguas más frías, voy cayendo, poco a poco, en la hondura abisal, desde la que ya no podré regresar al mundo.

  No sé cuando ocurrirá, pero no queda mucho. Pronto quedaré atrapado en cualquiera de mis sueños.

 

Vida. Río.

 

   Caminando con mis auriculares puestos, oigo a Lucinda Williams y de fondo un murmullo intermitente.  Es el tráfico que llega en tandas, a golpes de semáforo, por la gran avenida cercana al parque.

    Después llega a mis oídos otro rumor, constante y fuerte y por eso se que es la vida misma que nunca se detiene, la vida, el río.

miércoles, 27 de abril de 2016

Carmela soñando un último homenaje.


  A menudo me pregunto cual fue el último sueño de mi gata Carmela, cuando la dormimos para después hacerle dejar con dignidad este mundo.

  Ojalá soñara con mis ojos pegados a los suyos, tan abiertos y tan amarillos
y con sus bigotes blancos enredándose en mis barbas.

El psiquiatra



 ¿ De qué es el blog? me preguntó el psiquiatra.

  De mis cosas, de mis vivencias, de mi forma de ver el mundo. A veces también invento historias. Contesté.

   Pero eso es demasiado existencial, es el aire justo que usted necesita para estar vivo, además necesita tener intereses e ilusiones más materiales.

   Puede ser, dije yo, ya las busco pero no las encuentro.

   Pues siga buscando, insistió , mientras me daba su cálida mano al despedirnos.

   Y aquí sigo, buscando, buscando. buscando.