lunes, 8 de junio de 2015

Críos cuidando críos

 

 Será porque no tengo hijos,  porque me da una envidia absolutamente insana  no tenerlos y porque me voy haciendo mayor  pero veo constantemente críos cuidando críos, empujando los carritos con  sus zapatillas New Balance originalmente diseñadas para correr la Maratón y enseñando los calzoncillos , la raja del culo e incluso a veces el ano (con perdón).
   
   Comparo la pinta que tienen estos padres con el aspecto que tenían los padres que criaron a los niños de mi generación que eran tan serios y tan estrictos y me doy cuenta de que a lo mejor no hacía falta tanto para ser padres, según se ve.

     Luego lo vuelvo a pensar, se me pasa la envidia e incluso llega a  parecerme muy bien, tanto que me digo a mi mismo :

     Así es la vida, va cambiando y gracias a eso puede afortunadamente continuar.

sábado, 6 de junio de 2015

¿Por qué leemos los que leemos?




  Siempre he pensado que hay tres tipos de lectores sobre todo si dejamos aparte el cuarto tipo de lector que es el que lee por presumir de que que lo hace y que para mí no cuenta porque todo en él es una pose y en realidad no lee, como tampoco lo hacen los estudiantes que no leen, estudian.

  El primer tipo de lector es el que lee por entretenerse lo que me parece muy bien pues también  para eso la lectura. Lee best- sellers y cualquier cosa que le exija poco esfuerzo.

   El segundo tipo lee por el placer estético que esto le supone. Lee despacio y su placer está en la historia pero sobre todo en las propias palabras.

   El tercer tipo es el que lee, como le dice Anthony Hopkins a su alumno en la película "Tierras de penumbra" por otra razón más profunda, somos y digo somos porque yo me incluyo en este tipo de lector los que como dice el personaje de Hopkins los que "Leemos para saber que no estamos solos".

jueves, 4 de junio de 2015

La linea curva

 
   Creo recordar que Bertrand Russell decía que el universo era finito porque la linea recta perfecta no existe. Al no existir la linea recta cualquier linea que proyectáramos en el espacio por muy larga que fuera llegaría al final al punto donde nació, sobre si misma.

  También decía que eso no quería decir que hubiera algo fuera del propio universo. Me parece que la cita decía algo así:

    El universo es finito no porque exista nada fuera de él sino porque la linea recta no existe.

  Me acuerdo de esta metáfora porque estos últimos días me siento en un bar junto a una ventana y en el bar escucho muchos gritos, muchas tontadas y mucha música mala y fuera detrás del cristal veo justamente eso, gente que va a algún sitio creyendo que la linea recta existe, que llegará a tal o cual edificio y conseguirá tal o cual cosa pero yo los veo todos los días, quizá cambien la ropa o el paso pero yo sé perfectamente que solo dan vueltas y vueltas en círculos o en elipses como los planetas. Que en realidad solo pueden volver sobre si mismos una y otra vez.

lunes, 1 de junio de 2015

Oro, incienso y mirra



   Por lo visto nadie sabe lo que pasó con los regalos que los reyes magos de oriente le hicieron a Jesucristo, oro incienso y mirra según dice la tradición y se repetía año tras año en nuestras clases de religión.

  Todo el mundo sabe lo que es el oro y me gusta imaginar que quizá José gracias a él pudo tener su propia carpintería. Lo realmente curioso es que más o menos todos sabemos lo que es el incienso pero nadie o casi nadie sabe lo que es la mirra.

  No es que yo me dedique a investigar los fallos de guión de las Santas Escrituras pero el otro día buscando en el diccionario etimológico Corominas la palabra "Esmirriado" se decía allí que alguien esmirriado es alguien   flaco y seco, algo así como amojamado y relacionaba esta palabra con la  mirra que se utilizaba para embalsamar cadáveres. ¡Vaya regalo para un recién nacido pensé yo!

    Luego busqué en otros diccionarios y resulta que tanto el incienso como la mirra son bálsamos, es decir líquidos extraídos de la corteza de árboles que al tomar contacto con el aire se transforman en resinas. El incienso es de color rojizo y la mirra amarillenta y contiene ácido benzóico y ácido cinámico que parece ser sirven como conservantes (de ahí lo de los muertines) pero no he podido saber mucho más.

  Y yo me pregunto ¿Ningún profesor de ningún colegio donde estudié ni de ningún instituto o universidad al tratar este tema no le pareció curioso que no se supiera el destino de estos presentes, ni para que sirvieron, ni para que sirven, ni lo que son, ni su significado simbólico?

   El hecho es que después de esta primera pequeña investigación tampoco la cosa me queda muy clara y si alguien puede echar luz sobre esto le estaré muy agradecido.

Nota; ¿Podría ser que el significado de cada uno de los tres regalos fuera el de favorecer la vida del recién nacido, la material con  el oro, la espiritual con el incienso y la vida después de la muerte con la mirra?

domingo, 31 de mayo de 2015

Mi Barrio

   

      Echo de menos mi casa pero no mi barrio. Yo vivía en el centro en unas casas nuevas construidas poco antes de que yo naciera.

      Las casas en su conjunto son feas, modernas en su época y hoy simplemente feas.

       Cuando tenía dieciséis años nos fuimos del barrio, bueno, en realidad vendimos la casa y fuimos a vivir a tres calles de allí, de alquiler. Luego viví en otras casas en otros barrios diferentes.
     
        Sé muy bien como piensa la gente que todavía vive en mi barrio, sé también lo que significaba vivir en mi barrio  para la gente que nunca vivió allí  en el centro y lo sé  precisamente porque hace muchos años que  ya no vivo allí. Tuve la buena suerte de que mi familia por razones obvias  cambiara de barrio, a  uno más viejo donde la gente y las calles están algo más vivas.

      Precisamente por eso, echo de menos mi casa, pero no mi barrio.

   

sábado, 30 de mayo de 2015

Para que sea arte

         


           El arte no tiene nada que ver con el espectáculo, tampoco con la artesanía. Estas tres cosas no son lo mismo, por eso existe una palabra para cada una de ellas.

            Para que sea arte hace falta que el aspirante a artista tenga algo dentro. No es suficiente por tanto que simplemente tenga ganas de destacar.

           Para trascender estos pensamientos íntimos comunes y poder crear otros nuevos hay que ser capaces primero de tener estos pensamientos y sentimientos comunes y esto aunque parezca fácil no es poco. Hay que tenerlos y ser luego capaz de concedérselos a los demás de saber por tanto que los demás también los tienen.

             Para tener algo dentro es necesario haber hecho un viaje que tiene que ser siempre interno, propiciado si se quiere por un viaje externo por una aventura, por un descenso a los infiernos del amor, del desamor, de las drogas del alcohol, del abandono, de la enfermedad , de la muerte, de la felicidad o de la pobreza.

             Cuanto más viaja el artista por su interior más mundo tiene, más crece,  más tiene que mostrar.

            Solo lo que se ha movido emociona, de hecho emocionarse y moverse vienen de la misma palabra latina. E movere.

             Para que sea arte tienes que tener dentro un mundo que ofrecer. Un mundo emocionante que entregar a los demás.

viernes, 29 de mayo de 2015

Levantándome


 Cuando me despierto, todavía tumbado en la cama al principio no pienso nada. Solamente intento percibir mi propio estado. Siento la debilidad y un agujero en el pecho que paradojicamnete  pesa porque a medida que voy tomando conciencia de la vida se me va llenando de una pena líquida y viscosa que me oprime las costillas.
    Luego viene la angustia que todo esto produce y un malestar y un dolor que no son de este mundo.

    Intento pensar en mis cosas, en la semana que viene ¿Estaré mejor? ¿Habrá ensayo? ¿Serviré ya para trabajar? ¿Serviré algún día? ¿Cuánto durará esto? Y entonces caigo en la cuenta de que todavía  ni siquiera he conseguido bajarme de la cama.

   Mucha gente no lo sabe pero para bajarse de la cama, para bajar al mundo, hace falta un motivo, aunque sea pequeño. Normalmente todo el mundo tiene uno y por eso casi nadie repara en ello.

   Entonces pienso en lo que hay en este día que llega que me empuje a levantarme y  veo en mi mente un gran páramo, una inmensa pendiente de cemento que tendré que ascender.

   No encuentro un motivo para salir de la cama y pienso que en realidad si quisiera podría quedarme en ella, de hecho estoy de baja porque estoy enfermo.

   Afortunadamente recuerdo que en el mundo al que debo bajar está Anabel pero también podría ser ella la que viniera a la cama conmigo, me sonrío y cuando estoy a punto de ceder entonces me acuerdo:
 
  Tengo que tomarme las pastillas que si no luego me encontraré peor, así que reúno fuerzas, me incorporo, me pongo la camiseta y las zapatillas de estar por casa, me siento en la mesa de la cocina y me tomo las pastillas, con el café.