lunes, 30 de marzo de 2015

Arrullo

     

Nada ni nadie puede suplir el arrullo de una madre, ro, ro ,ro.. ta,ta,ta,ta,. La vibración de su pecho al respirar y al cantar mientras nos sostiene muy pegados a su cuerpo. Su calor, el olor a café de su aliento que nos llega de tan cerca.
            
Creo que nunca nadie tuvo suficiente dosis de esto

Esta es la búsqueda, la única búsqueda. Nunca se encuentra  porque nadie quiere ni puede volver al pasado y mucho menos si tiene que llevarse consigo a su propia madre.

 He buscado ese arrullo en los libros, en las farmacias, en las canciones, en los gatos, en los cafés y en el sexo.

Dicen que el momento de intimidad más cercano a ese arrullo en la vida adulta es el sexo pero el sexo es algo que sin duda se nos escapa mientras nos ocurre y sin embargo el arrullo en el joven cerebro del bebé dura un instante mágico que es eterno

 Pensé también que me encontraría con este arrullo al otro lado de la vida, cuando fuera mayor, cuando fuera padre pero en esto tampoco hubo suerte.

 Por eso a veces voy a la orilla del río, donde supongo que Anabel se despidió de aquellos niños que llegaron  antes de tiempo pero allí entre los árboles junto al agua que se desliza tampoco encuentro el arrullo, tan solo encuentro de nuevo el recuerdo de mi propio sollozo.

jueves, 26 de marzo de 2015

Una de perros



   Unos días de baja por una "enfermedad común" o eso es lo que pone en el papel del médico.

   Salgo a dar un pequeño paseo, necesito que me de el sol y me siento en el banco de un parque.

  Lo veo desde lejos olisqueándolo todo y cuando gira veo que no tiene rabo, vaya , ya no encaja en la silueta que todos tenemos en la mente asociada  a la palabra "perro".

   Mientras se acerca dando unos cuantos rodeos pienso que a todos nos pasa un poco lo mismo. A todos nos falta al menos una parte por dentro.

    Por fin llega hasta mi, me mira diréctamente a los ojos, a bocajarro, como si supiera todo lo que me pasa y yo le devuelvo la mirada con su misma inocencia, nos vemos y ya me tiene en el bote. Le acaricio la cabeza, él disfruta de la caricia, se frota las orejas contra mi mano y yo la disfruto todavía más que él.

     Después se separa da una vuelta alrrededor de mi banco y se marcha habiendo hecho en la mañana todas las cosas sencillas que quería y necesitaba hacer.

    Justo igual que los humanos, pienso, cuanto tenemos que aprender.

martes, 24 de marzo de 2015

Truco para caminar por la calle cargada

                                                                                   

 Si vas cargada por la calle,notarás sin duda alguna, que cuando te cruzas con alguien. este alguien, en vez de apartarse para dejarte paso, pues vas cargada, en vez de apartarse, como digo, espera a que seas tu la que se quite de en medio .

  Existe un truco infalible para evitar esta falta de educación y de paso intentar que el modorro de turno se de cuenta de que no está solo en el mundo.

  Consiste en parar de andar unos metros antes de que se produzca el encuentro, e incluso dejar las bolsas medio apoyadas en el suelo, para que al baboso no le quede más remedio que ser él el que te rodee a ti.

       Esto es más didáctico si cuando el mochuelo pasa, se le mira a los ojos y sonriéndole, se le dan las gracias, aunque tampoco conviene esperar ninguna respuesta consciente de semejante besugo.

   Otro truco consiste en hacer todo lo contrario, no solo no parar, sino acelerar el paso para golpear duramente las espinillas del bodoque con las bolsas. No hay que evitar sacudir lo más contundéntemente posible porque,como dijo Maquiavelo. si vas a golpear a alguien hazlo en serio, de tal forma que le sea imposible devolverte el golpe.
 
    Tengo que desaconsejar este segundo truco porque no se debe golpear a nadie intencionadamente, ni hacerle sangre, ni hacer que aúlle de dolor bajo ningún concepto, ni siquiera aunque lo merezca por carecer de empatía y de respeto por los demás, o de inteligencia emocional o de cualquier otro tipo de inteligencia, ni aunque parezca un pedrusco u otro objeto como una silla , una mesa o un mojón de carretera.

  Pd: Tampoco se deben golpear otros objetos o piedras. Ni siquiera con otras piedras.

     

lunes, 23 de marzo de 2015

Piedra

                                                 


  Soy una piedra redonda con la base plana y caigo en medio de un océano calmo y claro.

  El día es soleado y la temperatura del agua óptima

  Mientras me hundo más lentamente de lo que mi peso recomienda, plácidamente, veo el sol caer a través del agua rompiéndose en fabulosos rayos de intensas irisaciones.
         
   Diversos animales acuáticos se interponen ahora en mi visión y veo sus panzas como antes en la tierra veía las de las nubes. Bandadas de peces, ballenas con sus crías, larguísimas  serpientes marinas, elegantes pulpos y  algún caballito de mar.

  Continúo cayendo,  la temperatura baja un poco, siento una sacudida en la base, parece que he llegado al fondo. Noto como la gravedad del planeta me fija a él como un potente imán y así es como al fin me quedo descansando, sin pensar más en nada, disfrutando por fin de la paz y del espectáculo para siempre.

sábado, 21 de marzo de 2015

Ten en cuenta



   Ten en cuenta que te puede tocar cantar una canción pero también un bingo, una comanda o un café

  Que a veces pueden pagar justos por pecadores, inocentes por culpables y sobre todo listos por tontos.

   Que su estupidez puede acabar contigo aunque seas joven y fuerte, de un solo plumazo

   Que Dios, si es que existe, puede dar pan al que no tiene dientes y dinero a quien no tiene corazón

   Que no se puede confiar demasiado en que el tiempo te de la razón, porque también la realidad  puede perder el tren y llegar a veces con retraso.

   Por eso ten siempre algo que esconder, algo escondido, algo que sea solo tuyo, que no le cuentes a nadie y construye alrededor de este intimo secreto, un fuerte refugio sólo y únicamente para ti.

jueves, 19 de marzo de 2015

Dylan

                                           


    Poco a poco nos vamos haciendo mayores y nos vamos dando cuenta de que las estrellas que vemos en el cielo no son estrellas, son galaxias.

   De que según el propio Dios, si es que existe, solo somos un simulacro o lo que es lo mismo una" Copia  hecha a imagen o semejanza de alguien o algo especialmente sagrado".

    De que nunca se sabe que es lo que es  hasta que es lo que era.

    De que nunca cogimos el tren bueno o el tren malo, simplemente viajamos en el que nos tocó en suerte.

    De que en muchas ocasiones lo que nos salvo de todo esto fue otro ser humano a través del arte.

     Cuando esto me ocurre pienso en Dylan sentado en el suelo con la espalda apoyada en la pared de una habitación vacía tirando cartas a su sombrero. Entonces me siento acompañado, me dirijo a él y le digo:

    Muchas gracias por tu consuelo, por acompañarme y por todo el sufrimiento que me has entregado transformado en tus canciones compañero.

miércoles, 18 de marzo de 2015

La ducha

         

La ducha de después, de después del trabajo.  Limpio el cuerpo y la mente. No oler a comida, a sudor a trabajo. Notar como los problemas se van diluyendo en agua caliente y son arrastrados por el desagüe.
           Fijo mi atención en la respiración. Medito en la ducha como sin duda se medita en el seno materno donde todo es atención plena. Allí no hay memoria que forme el pasado y por tanto el joven cerebro no puede todavía planificar el futuro ni proyectarse en él. Ni siquiera tiene ego.

           Así únicamente  antes de nacer existe el presente y esa etapa dura solo nueve meses.

        En la ducha, ese estado dura  unos pocos minutos y allí me conecto con mi ser primero y renazco a diario para poder reencontrarme libre  de nuevo con el mundo.